
Crianza consciente y neurodivergencia: cómo acompañar sin sobreexigirse
Fiorella Meneses GarroShare
Criar a un niño o niña neurodivergente con amor, respeto y presencia puede ser una de las experiencias más transformadoras… pero también una de las más exigentes. Entre citas, terapias, dudas y emociones, muchas familias sienten que deben hacerlo todo a la perfección. Desde Sensory Balance, queremos recordarte algo importante: no tenés que poder con todo. Estás haciendo lo mejor que podés, y eso también cuenta.
¿Qué es la crianza consciente?
La crianza consciente propone estar presentes, emocionalmente disponibles y actuar desde la empatía, no desde la reacción automática. Implica aprender a observar (y observarnos), reconocer lo que sentimos y dar espacio a lo que nuestros peques necesitan sin perdernos en exigencias externas.
¿Y qué pasa cuando hablamos de neurodivergencia?
Cuando un niño o niña tiene un desarrollo neurológico diferente (como autismo, TDAH, dislexia u otros), la crianza puede traer desafíos adicionales: rutinas más estructuradas, múltiples profesionales, malentendidos sociales y un mar de información. Esto puede generar sobrecarga emocional en madres, padres o cuidadores, incluso en quienes tienen buena red de apoyo.
¿Cómo acompañar sin sobreexigirse?
1. Abrazá tus límites
No sos menos madre, padre o cuidador por sentirte agotado. Reconocer cuándo necesitás ayuda es también una forma de cuidar.
2. Elegí tus batallas
No todo tiene que resolverse hoy. Enfocate en lo esencial: conexión, seguridad y amor.
3. Permitite no saber
Está bien no tener todas las respuestas. Estás aprendiendo junto a tu peque.
4. Buscá tribu y apoyo profesional
Tener un espacio seguro donde compartir lo que vivís puede marcar la diferencia. Ya sea un grupo de crianza, un espacio terapéutico o una comunidad como la nuestra.
5. Celebrá los pequeños logros
Cada paso cuenta. Cada avance, cada día con menos lágrimas o con más juego, también es una victoria.
Criar desde el amor, incluso cuando no todo está bajo control, ya es una forma poderosa de acompañar. Y si sentís que necesitás un espacio para vos o tu peque, en Sensory Balance estamos acá para eso: para acompañar con respeto, escucha y empatía.